VOCES BLANCAS BAJO LA LLUVIA

Ya es mala suerte que llueva el dia del estreno. Pero no me preocupa, sé que hoy saldrá todo bien. Miro por la ventana y ahi está él, esperandome, impasible bajo el diluvio. Está absolutamente mojado, sin paraguas, sin protección, pero animado, atento, servicial. Lo adoro, lo quiero. Esta demostrando ser paciente, cosa que nunca es. Le he dicho que ahora salia y lleva más de cinco minutos, quieto en la puerta, esperando que salga para acompañarme. Ha cambiado mucho, vuelve  a ser el que era antes: cálido, optimista, alegre, atento y servicial. Sabe que es mi momento, sabe que hoy toca brillar, aunque las nubes negras se hayan empeñado en ocupar nuetro cielo. Lo sabe y por eso me deja disfrutar. 


Le ofrecí mi paraguas y lo negó. No era por caballerosidad, simplemente siempre ha preferido mojarse cuando llovía. Quisimos recordar nuestros principios, quisimos liberar el espiritu adolescente que aún teniamos, saltando y pisando charcos, empapandonos los zapatos de lluvia. Da igual, unas medias manchadas no iban a impedir que mi público me esperara y me aplaudiera. Tantos años de lucha y esfuerzo por fin se veian recompensados. Llegamos al salon de actos, todos me miraban, sonreian, callaban para escucharme, para contemplarme. Él se apartó, soltó su brazo de mi cintura y me dejó ser el centro. El único punto de encuentro de todas las miradas. Pensé que no me pondría nerviosa, nunca soy de ponermelo delante de la gente, pero lo habian conseguido: estaba muy excitada. .Subí al escenario, no podia alargarlo más era peor para mis nervios y peor para mi público. Desde allí, terminé de verlos a todos, amigos, familiares, la gente más importante de mi vida estaba allí, y gente que no conocía pero me admiraban también.

Lo hice como siempre, con sentimiento, con todo el empeño que me nace del corazón. Canté, sin orquesta, sin músicos, queria que la primera fuera así, a capella, solas mi voz y yo. Temblaba por dentro, me trababa, pero no desafiné, ni una misera nota, ni un minimo error. No habria carnaza para los enemigos, o sí, siempre las hay para ellos. Tres minutos y medio de puro sentimiento, de pasion, de voz, de ternura, de darlo todo. Y al acabar aplausos, calor, ovacion. Sentida y de verdad.. Aun recuerdo años atras todas las puertas cerradas, todos los estudiso de managers y productores recorridos sin exito. Bajo la feroz lluvia como hoy, con él de mi brazo como hoy. Viajes a Madrid y Londres, sin apenas dinero y gracias a la aportacion y la caridad de amigos y familiares, para ir a audiciones. Sin éxito, sin nada. Hasta que la suerte cambió, aquel viejo productor ya al borde de la jubilación que caminaba desanimado por sus ultimos años de profesión, esperando encontrar un click que le hiciera retrasar más su jubilacion y no aburrirse por la música. él me dijo sí, me llevo hasta aquí, hasta lo que soy. Una chica que cumple su sueño de ser cantante, que tiene a su hija de cinco años como su fan numero 1, que le canta sus canciones antes que a nadie más.

Lo conseguí, subirme a un escenario, ser aplaudida, ovacionada, recibir sonrisas y todo solo con mi voz... o no. 

Años estuvo para conseguir que su preciosa voz y su enorme talento se dieran a conocer y descubrieramos lo que es hoy: un enorme cantante, que derrite cada palabra que canta, que eriza la piel mas dura que puedas imaginar. Con ayuda de amigos y del fabuloso INTERNET, PABLO ALBORAN, llegó a nuestras vidas... Por fín. Con él cierro el post de hoy.




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