DOS AÑOS DE FELICIDAD CON SOLO MIRARTE

Triste, terminaba mi embarazo, pero contenta, se acercaba la hora de verte. Todo estaba preparado para que ese 5 de Octubre de 2015, vinieras al mundo. Habia madrugado un montón, pero no me importaba, a las 7 30 de la mañana ya estaba en el coche rumbo al hospital donde ibas a nacer. Tengo la mente absolutamente en blanco. Tranquilidad, nada de nervios. Nos asignan la habitacion y a esperar.  Ya no hay vuelta atras, ya hemos llegado al fin. Esta será mi cama, mi hogar durante los proximos tres dias minimo. Me dan unos minutos más antes de venir a buscarme para iniciar el parto. Estoy preparada, pero agradezco ese breve tiempo extra concedido.

Dentro de pocas horas estaremos juntas CLAUDIA. Acompañada de mi novio, bajo a la Sala de Partos. Un espacio frío, situado al final de un largo pasillo. Estrecho, frio... daba la sensacion de poco acogimiento la verdad, pero no importaba. Esa seria la primera luz, la primera instancia que veria CLAUDIA al nacer. Me llevan a un compartimento donde habia una silla con unas correas puestas, quieren saber la dilatacion, para calcular el tiempo de parto faltante. Me hicieron beber varios tubos de un liquido salado, para que pudieran analizar mejor los resultados y para prepararme internamente para el parto. Confieso que me daba mucho mas miedo la anestesia epidural que la cirugía en sí. Lo mio no iba a ser un parto natural, la posicion fetal de CLAUDIA, obligaba a cesarea. Yo estaba muy tranquila, la verdad pero no pude evitar confesarle a la anestesista mis temores ante la epidural. Tuve que esperar más de la cuenta porque en la habitacion anexa estaba pariendo otra chica, y todo el personal disponible estaba con ella.

Cuando acabaron con ella, al instante todo el equipo medico era para mí. Me sentaron para pincharme la tan temida epidural, que  reconozco que no fue para nada lo que esperaba, porque no senti nada. No fue nada desagradable.Tumbada y muy tranquila, empezó la intervencion medica que iba a traer a CLAUDIA a la vida. Su peso fue de casi 3 600 gramos, mas bien gordita. Fui incapaz de llorar, aunque lo intenté. Me la enseñaban, me decian que ya estaba aquí, era muy feliz, no me dejaron cogerla mucho tiempo , se la dieron a mi novio. Cosas de protocolo, pero ese brevisimos instante, lo agradeci enormemente. Nunca me sentí sola en ningun momento como sé que a muchas mujeres les ha pasado por desgracia.  Hoy CLAUDIA cumple dos años y cada dia es más feliz y más sana.

Dejó atrás su lado más canalla para volverse un seductor y demostrar que tiene una muy buena mano con la composicion. Aqui le canta a la vida, la que nos da tanto y la que vale la pena vivir, por momentos como el nacimiento de un hijo y el crecimiento del mismo, Con esta preciosa canción cierro mi post de hoy.




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