EL CIELO VIOLETA

Cuenta una leyenda, que a mediados del siglo XVII, en un pueblo muy pequeño cerca de un lago, tenía su reino un rey muy apuesto. Robusto, de pelo castaño y ojos azules. Había elegido a una muchacha aldeana llamada Alicia, para convertirla en su mujer y juntos reinar en paz y amor. Su boda no pudo ser tan fastuosa como las bodas reales tradicionales ya que a pocos dias de llegar la fecha de la boda, Alicia enfermó gravemente sin solucion aparente. Por lo que el rey Manuel, decidió apresurar la ceremonia. Fue una ceremonia bastante intima solo acudieron las familias y gente de la realeza de pueblos cercanos. 

A los pocos meses de la boda, se confirmaron los malos augurios y Alicia falleció. Durante semanas, años y muchos dias más, todo el reino estuvo de luto, incluido el rey. La belleza de Alicia solo era comparable a su bondad. Fue enterrada junto al castillo, en una colina que dominaba el pueblo. Todos los dias Manuel iba a caballo hasta la colina donde reposaba Alicia y lloraba y lloraba. Así durante años. De esas lágrimas surgió un árbol de frondosas hojas verdes y fuertes ramas.
Una de las múltiples noches en las que el rey acudia a llorar a los pies del árbol, decidió rogarle a las estrellas la oportunidad imposible de ser padre. No quería volverse a casar con ninguna doncella para ser padre y con Alicia, su veradero amor, la mujer de su vida, no podia ser, porque estaba muerta.

A la noche siguiente, el cielo cambió. Se volvió de un violeta intenso. Nadie podía imaginarse lo que iba a pasar. De repente, se oyerón los llantos de un bebé. Apresurado salió del castillo, fue hasta el árbol y en una de las grandes y maravillosas ramas estaba colgdo un canastillo con una preciosa niña de ojos verdes dentro. El rey pensó que era una broma, su primera reacción fue enfurecerse, pues de todos era sabido sus plegarias pidiendo ser padre. Después y tras varias negativas de todos sus allegados a la insistente pregunta del rey si era una broma. Manuel agradeció al cielo el regalo que le había dado. En el canastillo junto a la niña, habia un pequeño pergamino donde se leía:

" Querido Manuel. Soy Alicia, tu gran amor. Te he estado guardando esta sorpresa maravillosa para tí. El dia que le pediste a esas estrellas del cielo tu deseo, se hizo realidad. Sé que cuidaras de esta niña como cuidaste de mí siempre, incluso cuando supiste que estaba muy enferma. Tu mujer que siempre te querra. ALICIA."

 El rey llorando contestó que siempre cuidará de esa niña y dio las gracias al cielo y a su mujer por cumplir su deseo. El tiempo pasó y aquella niña se convirtió en una preciosa princesa de ojos verdes y cabellos dorados. Cada vez que era su cumpleaños el cielo se volvía violeta, como el dia que el rey descubrió el canastillo. Por eso la princesa llevaba por nombre VIOLETA.

En uno de sus cumpleaños, VIOLETA se levantó de la mesa y dijo unas palabras para que todos los presentes las escucharan:

" Mamá, no te conocí pero gracias por darme el mejor padre que una niña puede tener. Os quiero a los dos, sé que va a estar conmigo siempre y que no me fallara nunca. Te quiero papá eres mi principe azul"

Una canción con hogueras, fiestas nocturnas en jardines de palacio y una voz dulce que recuerda a una epoca cercana a la que trata el post de hoy. Con esto cierro.







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